La búsqueda del signo de Babinski forma una parte indispensable dentro examen físico neurológico pues su presencia indica la existencia de una lesión a nivel de la vía corticoespinal que es la que controla los movimientos voluntarios. Su exploración es muy sencilla; se realiza aplicando un estímulo, generalmente un objeto romo, en la planta del pie del paciente, desde el talón hacia la punta. En condiciones normales, los dedos del pie se curvan hacia abajo. Sin embargo, en presencia del signo, el dedo grueso realiza una dorsiflexión, o sea, se extiende hacia arriba acompañado o no de los otros. Este reflejo cutáneo- plantar patológico, conocido como respuesta extensora del dedo gordo, es lo que Babinski observó y describió por primera vez a principios del siglo XX.Este descubrimiento tuvo un impacto trascendental en la neurología conviertiéndose en un indicador crucial de lesiones en la vía piramidal. Su observación permitió a los médicos detectar daños en estas vías como resultado de lesiones en la médula espinal o el cerebro siendo especialmente útil en el diagnóstico de afecciones como la Esclerosis Múltiple, Esclerosis Lateral Amiotrófica, tumores cerebrales y accidentes cerebrovasculares, etc..
A pesar que en la actualidad existen grandes avances tecnológicos, el signo de Babinski sigue siendo una herramienta esencial en el diagnóstico de las enfermedades neurológicas, pues la observación clínica simple y efectiva de este signo sigue siendo relevante en la práctica médica actual.
Babinski no solo dejó una marca indeleble en la medicina, sino que también demostró el poder de la observación clínica y la curiosidad científica en la búsqueda del conocimiento médico.
Trascendental el signo de Babinski para el examen neurológico. Después de tanto tiempo y con tecnologías nuevas muy avanzadas, este signo sigue siendo un faro de inestimable valor al examinar al paciente.
ResponderBorrar