A medida que avanzamos en el siglo XXI, estamos presenciando una transformación en la forma en que tratamos las enfermedades. La revolución de los anticuerpos monoclonales está cambiando nuestra perspectiva. Tanto es así que, actualmente, se encuentran aprobados alrededor de 100 anticuerpos monoclonales por la FDA para tratar diversas enfermedades, sobre todo oncológicas y autoinmunes, y otros tantos se encuentran en estudio.
En abril del 2022, fue aprobado el Ravulizumab, un anticuerpo monoclonal, inhibidor del complemento C5 de acción prolongada. Actúa inhibiendo su escisión en C5a (la anafilatoxina proinflamatoria) y C5b (la subunidad iniciadora del complejo terminal del complemento [C5b9]) e impidiendo la generación de C5b-9. En resumen, es un inmunosupresor selectivo, proporciona inhibición inmediata, completa y sostenida de C5.
Desde el 2018 se aprobó su uso para la hemoglobinuria paroxística nocturna y para el síndrome hemolítico urémico atípico, pero no fue hasta el año pasado que se comienza a emplear como tratamiento para adultos con Miastenia gravis generalizada con anticuerpos positivos frente a receptores de acetilcolina, de forma complementaria al tratamiento convencional. Dado que aproximadamente el 80 % de los pacientes con la enfermedad presentan éste tipo de anticuerpos, el fármaco ha tenido un impacto positivo considerable pues ofrece a la mayoría de los casos una nueva opción terapéutica de duración prolongada. Ha demostrado un beneficio clínico de duración de hasta 60 semanas, mejorando los síntomas de los pacientes y por tanto su calidad de vida.
Actualmente está autorizado en Estados Unidos, Japón y la Unión Europea. Se comercializa con el nombre de Ultomiris con presentaciones de 300 mg/3 ml, 1100 mg/11 ml y 300 mg/30 ml concentrado para solución para perfusión. Se administra según el peso corporal:
- 40 a 60 kg: dosis de carga de 2400 mg y de mantenimiento 3000 mg cada 8 semanas.
- 60 a 100 kg: dosis de carga de 2700 mg y de mantenimiento 3300 mg cada 8 semanas.
- Más de 100 kg: dosis de carga de 3000 mg y de mantenimiento 3600 mg cada 8 semanas.
Siempre se debe tener en cuenta que, independiente del peso, la primera dosis de mantenimiento se administra 2 semanas después de la dosis de carga.
Las reacciones adversas más frecuentes registradas son: diarreas, infecciones de vías resporatorias altas y cefalea. Como se puede apreciar éstas no son graves y de manera general el fármaco es bien tolerado. Su eficacia demostrada y su aplicación autorizada en diferentes regiones del mundo brindan esperanza y confianza en el poder transformador de la medicina moderna.
Gracias por la actualización
ResponderBorrarMuy interesante
ResponderBorrarUn placer. Gracias a ustedes por comentar
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